La lubina es uno de los pescados más exquisitos que pueden degustarse, tanto por sus propiedades nutricionales como por su sabor, suave y delicioso. No obstante, es uno de los platos de Restaurante Juan y Andrea y muy demandado por los amantes del buen pescado. A pesar de ser un plato que se come durante todo el año, la época más propicia para degustarlo son los meses fríos, no en vano,  la lubina a la sal es una receta típica de Navidad en muchos hogares. Pero, ¿Por qué la lubina a la sal se considera una receta completa y exquisita? Veamos qué tiene de especial y por qué nuestros chefs incluyen este pescado en la carta.

Lubina a la sal, un plato muy mediterráneo

La lubina es un pescado que habita en el Atlántico y en el Mediterráneo, pero la receta de lubina a la sal es originaria de este mar que baña las costas de Formentera debido a la gran tradición salinera. La receta es muy sencilla: consiste en cubrir toda la pieza de la lubina con una capa de sal marina, natural, gruesa y sin refinar. La sal necesaria debe de ser el doble del peso del alimento, de esta forma, la lubina mantiene intactas las propiedades.

A pesar de que hay autores que sitúan en el Mar Muerto la tradición de envolver el pescado en sal, lo cierto es que la receta de lubina a la sal está muy arraigada en todo el Mediterráneo.

Lubina a la sal - Restaurante Juan y Andrea

Valor nutricional de la lubina a la sal

La carne de la lubina es compacta, con un sabor suave y pocas espinas, por lo que es un plato que gustará a mayores y pequeños. En cuanto a su valor nutricional, la lubina es muy rica en grasa y proteínas de alto valor biológico, además de contener altos niveles de potasio, fósforo, hierro, sodio y magnesio. Todo ello, convierte a la lubina es toda una exquisitez de Restaurante Juan y Andrea. Si deseas probarla en Formentera, consulta la disponibilidad de nuestra carta de pescados

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